Existe en San Miguel del Arroyo un pequeño monasterio gótico-cisterciense en ruinas del siglo XII llamado hoy de "Fuenlabradilla", antiguamente del "Santo Espíritu".
Existe allí una fuente que mana agua todo el año con igual intensidad. La tradición dice que en época antigua salió por su caño aceite y que los frailes lo utilizaron para encender la lamparilla de la iglesia. Pensaron estos santos varones que tal vez podrían comercializarlo y sacar buenos dineros de ello, entonces el aceite se volvió otra vez agua hasta nuestros días.
Encima de la fuente los estratos calizos en vez de estar en disposición horizontal, como es normal en nuestras laderas, tienen cierto grado de inclinación por una posible rotura y hundimiento de los mismos, constituyendo lo que se llama una falla geológica, que es lo que posiblemente da origen al manantial con aguas procedentes del páramo.
Esto mismo es lo que pudo originar en épocas muy remotas a que por fermentación de la abundante materia orgánica procedente de la fuerte vegetación entonces existente, se formara una bolsada de petróleo y gases que afloraron de forma circunstancial por la citada fuente.
También puede haber por la rotura de los citados estratos salida de energías telúricas de capas más profundas de la tierra y que por ésto pueda constituir el lugar un enclave o lugar energético. No cabe duda de que se trata de un sitio misterioso y enigmático.
Según los expertos la intensidad de las radiaciones que se emiten en el lugar y sobretodo en la fuente, es según su opinión la mayor conocidad en España y comparable a las existentes en un monasterio de Japón, tenido por excepcional, al que van todos los años los emperadores de esa nación y multitud de gente a disfrutar de los beneficios de este lugar y sus aguas.
(Texto : Ignacio Bustamante, en la Revista de la Comarca de Santiago del Arroyo de diciembre de 2009)
(Texto : Ignacio Bustamante, en la Revista de la Comarca de Santiago del Arroyo de diciembre de 2009)
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